jueves, 17 de abril de 2008

El arte culinario

Nunca he sido buena para eso de cocinar, de plano mi suerte con las ollas y cacerolas esta echada.

Lo primero que aprendí a hacer es un huevo. ¿Cómo los quiere? ¿Estrellados? ¿Revueltos? ¿Cocidos? o ¿Impactados contra mi pie? Le siguió el adobo, luego un pastel de café, los hot cakes y para rematar, la prueba de fuego (según mi madre y todas las mujeres mexicanas) ARROZ.

Fue todo un trauma hacer el bendito arroz rojo. Echalo, sofrielo, coselo, menealo, no lo batas, aceite, agua, jitomate, caldo... ¡Mecachis! que complicación.

Soy feliz sin pasarme por la cocina. Ni siquiera apoyo eso de comer en la mesa. Cuando me encuentro sola como desde la sala hasta el estudio. Nunca en el baño, venga, ni los animales. Pero no creo en eso de sentarse en una mesa a consumir "los sagrados alimentos". Tampoco doy gracias, ni uso los cubiertos que ponen, denme un tenedor que yo me entiendo.

Para mi Percy Spencer y la compañia Raytheon fueron unos genios al darnos el bendito horno de microondas. ¡Que Zeus los colme de bendiciones! No hay mejor invento para mi que ello (después de la computadora y todo aquello que alimenta mi frikerio)

Ese es mi pensar, aunque hoy el maldito aparato del mal me traicionó.

Estaba yo feliz estudiando unos asuntos de Investigación de Operaciones cuando recordé que tenía una bolsa de palomitas. Fui hasta la cocina, le menté la madre a la estufa alavando al hornito.

Metí la bolsa, le puse el tiempo y volví a mi estudio. Pasaban los minutos y el aparatucho no hacía el sonido caracteristico del termino de cocción. Fui a ver, no había sonado aunque ya estaba apagado. Abrí y la bolsa estaba a medio inflar, le puse más tiempo y volví al estudio. Repetí la operación y nada, no volvia a sonar.

Mentando madres a cuanto se me atravesara (entiendase la aspiradora) llegué a la cocina y abrí el microondas y ¡Puta Madre!


Casi me ahogo, no veía nada y apestaba a los mil demonios. Literalmente.

Las jodidas palomitas estaban rotas. Bueno, la bolsa. El empaque termino pegado al plato giratorio.

¡Mi madre!... Ella me iba a matar por su precioso horno (si tambien es fan) tantos años y yo lo jodí en un día.

Rápidamente abrí la ventana, la puerta de entrada, la trasera.

¡Aire!... ¡Aire!... ¡Que me muero!

Toda la sala quedo en tinieblas (en parte porque ya empezaba a anochecer, pero demosle dramatismo al asunto), no veía nada, pise a la perra, me di con la mesa del comer en una pierna, choque contra el sofá de la sala, dando tumbos entre las paredes del pasillo.

Mi ex-novio en el messenger, yo ahogandome, tratando de explicar porque me tardaba en responder y él burlandose de mi. Me lleva el cafre.

Luego de ventilada la casa, de que el vecino (que me gusta) preguntara el motivo del humo, la perra que casi se me da a la fuga y un mareo insoportable... Este es el resultado:


Palomitas a la me chingué.

Definitivamente, lo mio: NO ES LA COCINA. En niguna modalidad.








+.-*\_= NISA =_/*-.+

Escribo con tinta roja de lágrimas de un juglar

8 comentarios:

Tigreton dijo...

*imitando a nelson de los simpson*

Jaa-já-a

Aiko Radharani dijo...

Chale manis definitivamente la cocina y tu nada que ver XD

Pero no te apures, ya seras rica y poderosa, tendras chacha asi que dejale esos menesteres a los expertos.

Por cierto... Como que comienza a oler a quemado alla abajo.

En la madre el arroz !!!

Te veo despues manis.

Anónimo dijo...

Jajajjajaja
No ma! estas bien sonsa XD
Mira que palomitas!
No no no... ya ves porq no me casaré contigo?
Aunque seguramente me tocará la maldición de casarme con una mujer q no sepa cocinar.
Pero bueno... asi te queremos, siendo mala en la cocina y buena en la cama.
Ah no... eso es de una película, creo XD
Cuidateeeeeee

Dei

Brokenwings dijo...

jajaja vaya que es divertido cuando escribes así, me he botado de la risa a pesar de que ya te había escuchado la historia. Siempre lo diré, tienes un estilo muy peculiar para expresarte por escrito, muy bueno, muy diferente al mio.

Recuerdo que en la secundaria tenía un amigo con un sentido del humor bastante bueno, él y yo nos atacabamos con bromas y chistes espontáneos como si el objetivo fuera matar al otro de la risa, pero siempre nos separaba nuestro estilo propio, casi como una barranca entre dos pueblos con culturas diferentes. De alguna forma me recuerdas esos tiempos. Saludos.

Mr. TAS dijo...

has probado el take-away?

Mr. TAS dijo...

has probado el take-away?

Mr. TAS dijo...

con el take-away me refiero a esos bares o restaurantes de cómida rápida para llevar o incluso reparto a domicilio....
yo muhcas cenas que no tengo o bien ganas de hacer nada, o bien idas, telefonazo o pillo el coche y en media hora cenando!!

un saludo.
PD. cuando quieras decirme algo sin relacion con el post, si prefieres enviarme un email en vez de comentar en el post, lo que quieras. te lo digo por la disculpa que haces en mi blog al comentar.
ciberpachon@hotmail.com

Sidurti dijo...

Nisa, yo te entiendo...esos accidentes son comunes, muchas conseguimos recuperarnos sin necesidad de ir a un grupo de apoyo.
No es tu culpa, es del horno