lunes, 5 de abril de 2010

Don't let me down?

Odio que no te dejen disfrutar de tu depresión.

Estás que te lleva el diablo, no te aguantas ni tu mismo y no sabes ni por qué. No le ves el fin al camino, el tunel se derrumba delante y detras tuyo, no quieres moverte, no tienes fuerzas ni para levantar una mano. Las cobijas se te pegan, los ojos hinchados, la nariz irritada. Los brazos temblorosos, el cabello graso pegado a la almohada, la frente sudorosa, las uñas sucias y lo pies helados.

Si, es un hueco en el estomago lo que sientes, pero tienes nauseas tremendas. La cabeza te da vueltas, no estas mareado, solo tienes mucho en que pensar. Las ideas se te desbordan por las orejas y los lagrimales. Ahi, a lo lejos, o al menos eso crees, esta un teléfono movil, centellando, con una fotografia donde apareces anunciando quien llama. Solo cubres tu cabeza, no quieres saber nada y es ahora cuando te arrepientes de haber puesto un tono de tu banda de rock favorita, la guitarra te taladra las sienes, cada golpe de la bateria lo sientes en el pecho. Las nauseas aumentan.

Silencio. Llamada perdida.

Tratas de dormir, al caer en quinto sueño te atormentan los fantasmas, recordando lo patético de tu caso. Gritan, te rodean, te jalan, rasguñan y engullen. Es horrible, y no sabes qué te espera.

Con toda la fuerza de tu corazón (o lo terco de tu cerebro) te levantas, hay una vida que debes vivir. No quisieras, mala noche. En la ducha, el agua cae sobre tu cuerpo aunque solo sientes el ardor de la garganta. Todo es robótico, pre-programado, como si alguien hubiera puesto un cd "alistandose para la vida diaria" y presionara el play.

Tus sentidos, torpes, no responden ni para arreglarte, mucho menos para manejar. Gracias a la ayuda divina llegaste a salvo a tu jungla de asfalto, rodeado de voces que se parecen tanto a los fantasmas que te acostumbras fácilmente. Los ignoras.

El rostro demacrado, el cabello desarreglado y ese sabor ferroso en la boca que no ha desaparecido tras la pasta dental. Es horrible, sabe a sangre y un toque de yerbabuena (mala combinación).

Sonriés, porque debes hacerlo. Hablas, porque debes hacerlo. Miras, porque debes hacerlo. No escuchas, solo asientes a todo.

Y cuando crees que ya nada puede ir peor, cuando crees que la única manera de seguir y echar pa' lante. Cuando todo el universo se alinea para darte un esperanza, llega tan fatídica pregunta.

"¿Estás bien?"

¡La catástrofe!. Te derrumbas pedazo por pedazo mientras el bombardeo de preguntas continua, respondes por inercia, porque es lo que quieren saber. Porque ni siquiera tú sabes la respuesta. No has peleado, eres amado, tienes amigos, tienes dinero, tienes ocupaciones y tienes completo conocimiento que tu vida no ha terminado. Pero pareciera.

Solo, estás en depresión. No sabes cómo, ni cuándo, ni dónde. La tienes, la abrazas, la aceptas y pretendes que el mundo se derrumbe.

"Ánimo, yo sé que puedes"

Y ahi van tus ganas de salir...

Quieres que te dejen, lo único que buscas es... "Dejarte caer"



Nisagié

Escribo con tinta roja de lágrimas de un juglar.

4 comentarios:

Lunatik (Esito) dijo...

jum...! excluidaaaa, olvidada!. Maldita no me avias dejado leer nada... y kon lo k me gusta... en fin! sobra decirte k me fazina leerte por alguna razon siempre tienes (muy a mi pesar) al forma correcta de decir las cosas.

Waxiwi dijo...

Si te dejas caer...alguien te recojerá, te tenderá su mano para que te vuelvas a levantar y asi sucesivamente, hasta que acabes hasta las narices de darte golpes contra el asfalto...

Abrazooootes!

Nisa (fuera de su pc) dijo...

Loquis: sip, siempre tengo la razòn n.n

Don Waxiwi: Pues si, no te dejan levantar por ti mismo. Y eso es malo... la gente deberìa comprenderlo.

Küsse!!

Taquero Narcosatánico dijo...

Y tu que te reazotas :D

Saludos.

Mira, acá mi nuevo blog:

http://drugsboutique.blogspot.com/

El otro caput.