sábado, 27 de diciembre de 2008

Mi manchi

Significa "Te echo de menos" en italiano.

Hay muchas cosas que echo de menos, algunas buenas otras no tanto, nada malo. Me declaro sádica, no masoquista, así que nada malo echo de menos.

Extraño hacer flores de loto y platicar con Adonis escuchando de fondo a los Héroes. Que me mire, extraño que me mire. Su olor fuerte y penetrante, su barba y ese rostro que proclamaba "Te lastimaré". Sus rizos y las manos toscas, los nudillos belludos, lo amilado de sus ojos y su voz hablando japonés. También su caligrafía. La charla de historia y sus propuestas para que estudie en la UNAM, que escriba, que asista a clases aunque sea de oyente. Que sea un rostro más en los pasillos de la facultad de Filosofía.

Pasear por las calles del centro sin algun motivo en especial. Perderme siete veces por diferentes calles y siempre desenbocar en mi hermoso elefante blanco, el Palacio de Bellas Artes. Comer una cachetada sentada a mitad de la plancha del zócalo, justo bajo el asta. Deborar un pocky sentada en la fuente del pegaso. Las fotos que me tomaba Nii-sama frente al banco de México.

Disfrutar de una buena exposición de pintura, un buen concierto, un buen café, una buena charla con el pulgoso.

Tirarme en el pasto a ver pasar las nubes, sin encontrarles forma. Tomarle la mano a alguien con plena sinceridad. Besar en las mejillas por el simple hecho de besar. Confiar.

La euforia de subir un cerro, jugar con la kika (mi perra), un juego en el PC, llorar con una pelicula. Vagar por el cementerio donde yacen mis abuelos.

Tomar una cerveza sentada en la mesa del comedor, una copa de vino tinto en el auto, un refresco en la piscina. Un suspiro en la playa.

Extraño muchisimo la natación, las vueltas de campana, la competencia, el agua recorriendo mi cuerpo, entrando por mi nariz cuando no se trae la pinza. También el tae kwon do, dar patadas, gritar a cada golpe, los petos, las caretas, los pies desnudos.

Algunas veces el amar, o el llorar sin razón, las peliculas italianas en canal once y las series coreanas de la televisión mexiquense.

Extraño la inspiración y muy pocas veces la religión. Pero muchas la fe. La fe ciega en algo más que no sea yo y mis deseos. La fe en alguien más.

La escuela, las horas con el pulgoso por el telefono, también la voz sexy de su hermano. Ver el rostro de su madre. Ella tenía (porque no sé si aun sea así) un olor peculiar, un semblante triste y una voz lejana, casi apagada; con los labios apretados tratando de sonreir, los brazos vacíos extendiendose hacia él en clase de deportes en el patio de la escuela. Sus ojos deprimidos, con pequeñas bolsas a los lados, su esbelta figura siempre cubierta por un traje o alguna prenda de tela seria y opaca. Alta, me parecia muy alta, con su cabello negro peinado de lado, hasta la orejas. Es extraño pues la recuerdo tan nítidamente en esos momentos que me sorprendo. Lo más grabado, como con casi todas las personas que conozco es su olor. Dulzón. Y sus ojos, su mirada anhelante, perdida y esperanzada a la vez.

Las pláticas por el msn con Miri-bicho. Con Miguelo. Con mi hermana. Los poemas en nahuatl de Kekis y las actualizaciones semanales del libro de Najar. La voz de Ivan cantandome en un mal italiano. La risa de Ulises, el sarcasmo de Narciso.

A mi abuelo... Él me hace mucha falta... mucha. Más que nadie, más que nunca.

Sería una lista interminable decir que tanto extraño, sería imposible recuperar todo, pero solo díficil recuperar la mayor parte.

+.-*\_= NISA =_/*-.+

Escribo con tinta roja de lagrimas de un juglar.

4 comentarios:

Taquero Narcosatánico dijo...

yo extraño muchas cosas, a mucha gente y muchas situaciones, pero ahorita me duele la cabeza y extraño cuando nunca me dolía.

argrgrgrgrgrg

Sk dijo...

Genial los links a fotos. Da gusto leer y tener una imagen.

Extrañar es algo que me es relativamente ajeno. No suelo practicar ese deporte. A veces echo de menos cosas y dependiendo de mi humor puedo torturarme más o menos. Pero por lo general no lo hago.

Fanático dijo...

cuantas cosas... pero, hay algun motivo por el q no puedas, por ejemplo, tomar una cerveza en la mesa del comedor?
por cierto, uno de los sueños de Bunbury es hacer un concierto en el zócalo... cuanta gente cabe ahi??
feliz año!

a dijo...

Si... yo tambien son los grandes recuerdos de esa mujer, el rostro bello, pero vago, ese olor que llenaba la habitacion donde estaba, su risa y su sonrisa, aunque esta ultima mas timida que la primera.

Q curioso no? la recuerdas muy bien... y yo tambien la recuerdo mas o menos asi. Ahora tal vez sea disinta, pero su olor sigue en las habitaciones, la melancolia ya no parece sin fundamento cuando aparece en sus parpados y trata de vivir tranquilamente.

De huevos, te has pasado cabrona.

SickBoy